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Tomando conceptos de evaluación de la gamificación, investigadores planean cambiar la manera de analizar el aprendizaje estudiantil mediante el proceso creativo de un estudiante, en lugar de su resultado final, utilizando evaluaciones lúdicas.
Este enfoque se basa en la manera en que los videojuegos evalúan cómo los jugadores avanzan cada nivel, en lugar de su conocimiento a priori y a posteriori, como lo hacen los maestros sobre sus lecciones. E igual que en un juego, existen distintos “niveles”, o problemas interesantes, y vías para resolverlos, produciendo competencias y habilidades diferentes.
En la manera de evaluar tradicional, la respuesta de cada pregunta en un examen está diseñada para medir conceptos específicos o habilidades y se considera de manera individual en lugar de analizarlas como una secuencia de acciones, como sucede en los juegos donde cada decisión depende de la anterior.
Las valoraciones lúdicas se basan en proyectos, lo cual ayuda a que el alumno reflexione cómo y por qué tomaron ciertas decisiones, y entregue sus pensamientos al final de la evaluación. Así, si un estudiante no obtuvo el resultado esperado, puede entender qué fue lo que pasó, por qué y dónde se equivocó. Aunado a lo anterior, el maestro puede saber en qué momento el estudiante cometió algún error y por qué.
Lograr integrar este tipo de evaluación lúdica no sólo se puede por medio de videojuegos, sino que puede implementarse desde la modificación de rúbricas, las cuales están diseñadas para que los estudiantes analicen su aprendizaje y deben tener distintos niveles, como en los juegos, para que se adapten a las distintas habilidades del contenido y los estudiantes.
Para aquellos educadores que necesiten apoyo desarrollando rúbricas enfocadas en la evaluación lúdica, MIT Education Arcade creó MetaRubric, un juego cuyo propósito es discutir qué forma una buena rúbrica, qué hace las instrucciones claras, qué limitaciones puede tener, etcétera. La clave del éxito de la guía está en intercambiar ideas entre maestros y estudiantes y llegar a una rúbrica en conjunto.
Tanto MetaRubric como las evaluaciones lúdicas crean una conversación entre maestros y alumnos sobre la manera de evaluar y sobre lo que cada quien piensa que es importante y necesario para aprobar.
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Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0 
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